Siempre he pensado que no, que la suerte no existe, que el destino tampoco y que cada uno marca su propio camino. Que es cuando se cruza el nuestro con el de los demás cuando se nos presentan esas que llamamos casualidades...
¿Qué sentido tendría esforzarse si no fuera así? ¿para qué serviría seguir luchando si nuestra meta ya estuviera definida?
Prefiero pensar que tengo el control, prefiero seguir pensando que cada paso que doy cambia el rumbo que seguiré. Prefiero pensar que soy la dueña.
Los golpes duelen, pero hacen callo...
2 comentarios:
la idea es que eres la dueña
Es curioso, para mí como lectora, que empieces hablando de suerte para acabar haciéndolo de golpes, pero imagino que para ti como autora tiene su explicación.
Muy buena tu reflexión, estoy de acuerdo contigo, aunque yo no afirmaría tan rotundamente que somos dueños de nuestros destinos porque aunque la última decisión sea nuestra, esta puede estar influenciada por cosas ajenas a la propia persona, el hecho de vivir en sociedad, de relacionarnos con otros, de tener lazos afectivos....y tantas cosas que nos hacen modificar nuestros actos.
No se si me explico...pero bueno, al menos he pensado un poco en esto. Un saludo.
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