Cuando tienes tanto tanto sueño...
... los párpados te pesan, la mente vuela donde quiere y ya no sabes si tenias que continuar o abandonar...
Si la presión que te oprime la cabeza parase, podrías seguir... pero te dejas vencer e imaginas sábanas blancas y cálidas almohadas .
jueves, 15 de enero de 2009
sábado, 10 de enero de 2009
Esperanza idiota y sinsentido
Todos deseamos algo con todas nuestras fuerzas.
Me refiero a ese imposible al que nos mantenemos fieles incluso inconscientemente.
Siempre podemos olvidarlo durante un tiempo, engañarnos pensando que ya no lo necesitamos o ignorarlo aparentemente...
La cosa está en que ya sea un coche, una persona, un viaje maravilloso o el trabajo perfecto asaltará nuestros pensamientos cuando menos lo esperemos.
Y no desaparecerá de nuestra mente hasta que alcance el desenlace, el fin, el remate final al que todas las esperanzas están condenadas:
Me refiero a ese imposible al que nos mantenemos fieles incluso inconscientemente.
Siempre podemos olvidarlo durante un tiempo, engañarnos pensando que ya no lo necesitamos o ignorarlo aparentemente...
La cosa está en que ya sea un coche, una persona, un viaje maravilloso o el trabajo perfecto asaltará nuestros pensamientos cuando menos lo esperemos.
Y no desaparecerá de nuestra mente hasta que alcance el desenlace, el fin, el remate final al que todas las esperanzas están condenadas:
- el final "feliz", con el logro de nuestra obsesión. Digo "feliz" porque estas obsesiones tienden a desilusionar, la impresionante idea que te habías formado se pega el batacazo más grande al encontrarse de frente con la realidad más cruel.
- el final "triste", con la pérdida de nuestra obsesión, relegada al cajón de las esperanzas frustradas. Digo "triste" porque en ocasiones es preferible no alcanzarla (hablo con conocimiento de causa y con la sabia perspectiva que da el tiempo).
La conclusión a la que he podido llegar tras el laaaargo y exhaustivo análisis llevado a cabo en los últimos 10 minutos es el siguiente: no podemos hacer nada.
Y es que, las esperanzas idiotas y sin sentido son las que le dan ritmo, interés, emoción y, en cierto modo, magia a la vida.
Son las que mueven cada día y te hacen hacer esas cosas tontas y a la vez geniales que nunca pudiste imaginar que harías... las cuales, por cierto, dan mucho que hablar...
...otro día será.
jueves, 8 de enero de 2009
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