Después de tantísimos días sin actualizar, me decido a hacerlo dedicando la entrada a una buena amiga: la TELE.
Cuántos buenos ratos, cuántas tardes de aburrimiento, risas,momentos míticos...
A veces pienso que debería haber hecho un archivo desde la primera vez que la vi hasta ahora, en el que guardar horas y horas de vídeo con mis reacciones, caras y gestos. Es que ya no es sólo lo que ves si no cómo lo ves.
¡Ay! qué decir de series míticas (que ves ahora y te parecen maaaalas, pero que en su día flipaste), series que te marcaron en algún momento; o de concursos-programas-realities y demás...
Cada uno de ellos te libró de un pequeño ratillo de aburrimiento o de poder pensar en otra cosa que no fuera lo que te preocupaba en ese momento o, simplemente, te enganchó desde el primer minuto.
La gente critica la televisión (que si es una mierda, que si es una pérdida de tiempo, que si bla bla bla) pero lo que se les olvida decir es que hay que saber verla, y saber también qué estás viendo.
Porque puede ser lo que tu quieras que aparezca en ella. La telebasura existe, pero puedes ignorarla si te da la gana.
Y se acabó, otro día más.
(Confesión: Veo la tele menos de lo que pueda parecer a primera vista. Ahí lo dejo.)
Hoy me he levantado con un cable cruzado.
3 comentarios:
No mientas, Laia, que pareces el teletexto. ¿Que no sabemos lo que hacen esta noche? Laia nos informa. ¿Que no sabemos lo que pasó porque nos perdimos un capítulo? Laia nos lo cuenta.
(y yo encantada ¿eh?, no te ofendas)
Aaay, Laia, qué razón tienes... La única excusa que tengo es que desde que escribí mi entrada, no me he puesto a mirar los blogs...
Sorry!
Gracias por aguantar mis calentamientos de coco (y de pie, en exp.gráfica...)
;)
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